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LA MOSCA DOMÉSTICA, TODO UN PROBLEMA

Con temperaturas templadas, anualmente pueden desarrollarse más de 20 generaciones de moscas a partir de una pareja que puede ser generadora de unas 191.010.000.000.000.000.000 de crías en los 5 meses con las temperaturas más altas de Buenos Aires.

Las hembras pueden poner unos 500 huevos, en varios lotes de 75 a 150 huevos, solo en el transcurso de un período de tres a cuatro días. El número de huevos producido estará en función del tamaño de la hembra, el cual dependerá de su nutrición durante su estadio larval.

Los huevos pueden incubarse y eclosionar 9 horas después de la ovoposición, que luego en condiciones ideales, tardarán 7-10 días en completar su ciclo para llegar a ser adultos.

El promedio de vida de una mosca adulta es de 15 a 25 días pero pueden alcanzar un valor máximo de unos 60 días. A su vez tienen una capacidad de dispersión de 10 kilómetros desde el lugar donde nacen y se desplazan volando a una velocidad de 6 Km por Hora.

Una mosca puede transmitir más de cien enfermedades. Algunas de ellas muy graves, como pueden ser la salmonella, fiebres tifoideas, disentería de bacilos, cólera, tuberculosis, ántrax, etc. Estos insectos, a parte de ser muy molestos, son además peligrosos para la salud humana puesto que en general las moscas provocan irritación ocular si su presencia es constante en el área donde nos movemos, algo que los humanos no asociamos cuando vamos al oculista.

Un utensilio de cocina, una mamadera, una azucarera destapada o un chupete pueden contaminarse fácilmente si hay moscas en el ambiente donde vivimos dado que ingieren y regurgitan para volver a ingerir. Una simple mosca común solo necesita unos segundos para dejar hasta 300 tipos distintos de bacterias sobre nuestra comida, impregnándola con esas bacterias que en general son altamente nocivas.

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